Fundación Amigos del Paraguay

La televisión y las películas, a menudo nos muestran realidades distintas a las nuestras, situaciones un tanto irreales del mundo donde vivimos, donde con las imágenes impactantes quieren concienciar al primer mundo de que "otro mundo" existe, aunque sea a cientos de kilómetros de distancia. Una imagen vale más que mil palabras, se dice, pero todavía más que una imagen, vale una presencia...

Presenciar a una comunidad que vive en la calle, en una chabola con dos camas donde duermen más de 6 personas, sin agua corriente,... presenciar a unos niños jugando en la tierra, descalzos, sucios,... pero no únicamente por tener la ropa estropeada o manchada, sino "sucios de pobreza", una pobreza extrema que lleva a las personas a vivir, literalmente, sin nada. Cuando les observas, sus caras y expresiones transmiten muy bien la situación en la que viven, todos parecen viejos, hasta la persona más bella pasaría desapercibida en un ambiente así, ya que este tipo de pobreza te enmascara, te esconde...

Pero como suele ocurrir también en cualquier sitio, sea 1º o 3º mundo, existen los niños felices, unos por tenerlo todo y otros por no tener nada, pero siempre con una sonrisa, una gran sonrisa que dibujan en sus caras y hacen que todo parezca menos impactante, menos sufrible, menos pobre...

Aunque parece, que en este tipo de realidades "irreales" la infancia dura muy poco, tan solo unos años, ya que enseguida, después de tanto jugar y jugar, los niños se hacen conscientes de su realidad y crecen de golpe. Y empieza su lucha, una lucha por una supervivencia que no les pertenece a ellos todavía, les pertenece a sus padres, pero a menudo se ven solos desde pequeños, con padres ausentes porque deben buscarse la vida para traer algo de comida a casa o padres que simplemente no están.

Ante esa triste realidad, la única escapatoria es la calle, buscarse la vida, su pan,... pero ahí, desgraciadamente, siempre se encuentra con la misma salida, la vía fácil, la vía de olvidar, de no pensar...las drogas.

... A veces existen lugares en donde las películas de las que hablábamos se hacen realidad, y donde ni las imágenes, ni las palabras, ni las presencias, son suficientes para contarlo, para entenderlo...

9 de Agosto de 2010. Barrio de San Blas.