Escuelas para niños sin escuela

¿Creen que aún existen personas que dejen de lado una vida fácil por luchar por los más desfavorecidos? ¿Qué inviertan todo su dinero en una causa por la que cree?

Nosotros hemos tenido la suerte de conocer a una: El Padre Luis Asarta, que construye escuelas para niños que no tienen NADA, que vive en un despacho de una de ellas para cuidarlas y que duerme en un sofá sin ningun tipo de comodidades, ya que sus comodidades prefiere repartirlas entre la comunidad indígena.

En Paraguay el absentismo escolar es muy alto, ya que como hemos explicado con anterioridad, muchos niños desde pequeños trabajan en las calles para ayudar a sus familias, dándole escasa o nula importancia a su formación básica. La "necesidad", muchas veces, hace que los padres no se planteen que los niños tienen unos derechos y que un niño de 8 años debe estar en una escuela, poder ofrecerles una educación que les permita tener una vida mejor. Y no desde tan pequeños trabajar en un mercado vendiendo verdura o en un semáforo limpiando cristales... Algo que aquí es una realidad que llega a verse como "lo normal".

El proyecto del Padre Luis: "Escuela para niños sin escuela", comenzó en el año 1998 en unos salones parroquiales, con el objetivo de dar educación a todas esas familias que no pueden permitirse pagar ni los 3€ (18000 guaranies) que cuesta la educación pública, intentando disminuir el absentismo escolar y motivando a los niños a ir a la escuela a cambio de un plato de comida. Así, se evita que los niños no estudien porque no puedan permitírselo o que pasen tanto tiempo en la calle.

Desde el 2004, cuenta con tres escuelas, en tres barrios diferentes de la ciudad. Hoy en día están inscritos 638 alumnos, pero se calcula que acuden con asiduidad unos 500, divididos en dos turnos diferentes (mañana y tarde) y cuenta con 29 profesores, a los que se les paga menos del sueldo mínimo (85 euros al mes aproximadamente).

Cabe destacar que las escuelas no son subvencionadas, sus ingresos se nutren principalmente con la jubilación española del Padre Luis, y con algunas aportaciones esporádicas de la Central Hidroeléctrica Itaipú, de la Comunidad Jesuíta a la que él pertenece, y de algunos amigos españoles. La escuela proporciona a los niños: comida, ropa, calzado y material escolar. Además, un porcentaje de los ingresos que tiene el proyecto se invierten en el mantenimiento que supone tener tres centros para los niños, ya que, aunque dos han sido cedidos por personas particulares y otro es alquilado, se ha tenido que invertir mucho en ellos.

Debido a las necesidades específicas de los centros, en ocasiones hay plurigrados, es decir, clases que tienen hasta 4 cursos juntos (2º,3º,4º,5º) con las dificultades que esto conlleva.

Nuestras funciones esta pasada semana allí se han centrado en dar clases a distintos cursos, sustituyendo a profesores que estaban de baja. Aquí no importa tu profesión o cuánta idea tengas de las asignaturas...ante niños con tan pocas oportunidades y centros con tan pocos recursos, todo vale. (Ya sea en Ciencias de la Salud, explicando enfermedades que ni conocíamos, o raíces cuadradas que no recordábamos...).

Hemos comentado al Padre Luis la posibilidad de decorar las clases y paredes de la escuela ya que estar a gusto en el entorno influye en la motivación de los alumnos. Así que seguiremoss trabajando en este proyecto durante los próximos meses.

Nos ha impactado sobretodo la poca motivación de los alumnos, pero pensamos: vienen a clase obligados, muchas veces porque les dan desayuno en la escuela, además, muchos de ellos ya trabajan ( y no precisamente en trabajos " educativos"),... La pregunta entonces debería ser la siguiente, ¿y aún así vienen? Es muy difícil motivar a niños que saben que no van a seguir estudiando y que desgraciadamente no necesitan esos conocimientos para labrarse un futuro, ya que ellos ya están en ese futuro, ya se ganan la vida en la calle...

Actualmente se están instaurando los 2 últimos cursos de bachillerato, y tan solo una niña está preparada para acceder a ellos. Muchísimos se han quedado en el camino, pero aún hay mucho tiempo por delante para conseguir el objetivo fundamental de este proyecto: "poner al niño pobre, en las puertas de la universidad".

Les seguimos animando a que lean, piensen, comenten, pregunten,... todo aquello que les siga sugiriendo este blog.

Un abrazo desde Paraguay.

Estefanía y Elena