Cárcel de mujeres

¿En qué momento de su cotidiana vida uno se plantea ir a visitar a un preso? ¿Qué respuestas les acarrearía la simple proposición?

Hoy, nos parece triste haber tenido que atravesar mares y montañas, miles de kilómetros, para pasar un día junto a 36 presas y, para que ese miedo inicial se convierta en satisfacción de poder disfrutar y aprender de la compañía de unas chicas no tan diferentes a cualquiera de nosotras...

Una antigua "periodista", con hijos adolescentes, muy formada, que llegó a denunciar a ciertos jueces por corrupción y que, por un pequeño fraude, años más tarde cayó en manos de esos mismos jueces, y ahora termina de cumplir los cinco años de condena desproporcionada que nadie ha reivindicado jamás...

Una de tantas que yacen ahí dentro y que nadie se ha sentado a escuchar, una de tantas a las que les encanta, como a cualquiera, conversar, conocer gente, hacer deporte, tomar tereré (bebida típica paraguaya), organizar talleres, labrarse un futuro, sentirse querida, ...Una de tantas rechazadas por la sociedad por el simple hecho de estar hacinadas en un pequeño recinto...y, si bien es cierto que muchas han cometido grandes equivocaciones, grandes delitos, como en cualquier parte del mundo, "la mayor parte de los grandes delincuentes se encuentran en la calle"; aquí vienen a parar los pobres, los analfabetos, los que carecen de artimañas para defenderse ante el poder...

Adultas y menores conviven en un mismo recinto sin más distracción que una pelota, sus ansiadas visitas, una única profesora que acude dos horas a la semana y una técnica que, sin recursos y con pocos apoyos, trata de conseguir capacitar a las chicas para que puedan reinsertarse laboral y personalmente al salir de la cárcel, que puedan, por tanto, empezar de cero...

No tienen atención psicológica, ni talleres lúdicos y deportivos, no tienen apenas espacio físico para la realización de diversas actividades, y su atención médica es precaria. Sin embargo, está considerada una de las mejores cárceles de Latinoamérica.

Se nos propuso la posibilidad de realizar algún proyecto con ellas de autoestima y crecimiento personal y, aunque lo consideramos un gran reto para nosotras, creemos que puede ser muy beneficioso para ellas. Este miércoles, tras unas visitas previas en las que establecimos un pequeño contacto, comenzamos la primera dinámica con la colaboración de una amiga paraguaya.

Hemos establecido dos días en semana para llevar a cabo estas actividades y seguir conociendo y compartiendo con estas chicas.

Un abrazo desde Paraguay...

Estefanía, Elena y Marta.